
El diseño plantea que el edificio esté resuelto en una planta. La utilización de un módulo permite generar una trama adaptable y flexible para la organización de los distintos usos programados para este edificio, incorporando el patio interior como parte fundamental. El crecimiento del edificio es por adición de nuevos pabellones y nuevos patios.
Todas las oficinas, talleres y el SUM tendrán cableado para video, computación y telefonía, y serán tratadas acústicamente. El edificio contará con sistemas de seguridad y de detección de incendio. La presencia de luz natural en todos los ámbitos del edificio, locales y circulaciones establece condiciones óptimas de confort, al mismo tiempo que plantean un ahorro en el uso de la iluminación artificial y como consecuencia un menor consumo eléctrico.
El Alero del barrio Chaqueño ocupará un terreno de 10 mil metros cuadrados y tendrá una superficie cubierta total de 900 metros cuadrados –un edificio de 667 y otro de 233– y una de expansión de mil metros cuadrados.
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